El diseño como
estrategia.
En 1908 Henry Ford revolucionó la producción de vehículos con la introducción y
desarrollo de las técnicas de cadena de montaje en el automóvil Ford T. Estas
técnicas se introdujeron rápidamente en otros ámbitos de la industria. La
producción en serie exigía ventas masivas, y los fabricantes estadounidenses de
la década de 1920 no tardaron en reconocer el potencial del diseño industrial.
Aunque en aquel momento ya se estaba desarrollando un mercado
para bienes de consumo, las empresas estadounidenses tenían gamas de productos
bastante similares entre sí y que tenían que vender a precios constantes al
tener una capacidad de producción similar.
En Estados Unidos a raíz de la crisis de los años 30, surgida
del hundimiento del mercado bursátil en 1929, los industriales redescubren el
diseño como un aliado estratégico para dinamizar las ventas y solucionar sus
problemas económicos. Este mercado deprimido y en recesión, reaccionó
positivamente ante productos con nuevos diseños sorprendentes e insólitos.
Pero lo único que se hizo fue rediseñar los mismos modificando
la apariencia exterior de productos ya comercializados, para crear la ilusión de
un producto nuevo y mejorado. En este planteamiento el diseño ocupa el primer
plano integrador dentro del desarrollo de productos. Los primeros diseñadores de
esta nueva tendencia fueron:
Norman
Bel Geddes, (1893-1958). Teléfono Redbar, 1933
1
2 3
45
Raymond
Loewy (1893-1986)
:
1. Paquete de Lucky Strike, 2. Rediseño botelalla Coca- Cola, 1954. 3.
Dispensador de botellas, 1947. 4. Studebaker,
1953. 5. Studebaker, 1961
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