Mark Tobey: Crystallizations, 1944.
Témpera sobre tablero.
Iris & B. Gerald Cantor Center for Visual Arts at
Stanford University.Seattle.
© Mark Toby Estate, Kathleen Cohen.
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En 1942, tras un periodo de obras figurativas influidas por el
arte de los indios americanos, toma el camino de la abstracción.
La personal pincelada caligráfica de Tobey, que de acuerdo con
la filosofía Zen es un símbolo del espíritu, se caracteriza por
desconcertantes movimientos de blanco con leves insinuaciones de
color. Con ella crea composiciones delicadamente articuladas y
rítmicas que invitan a detenernos, y a reflexionar, en
definitiva a contemplar la obra en todos los sentidos de la
palabra.
Descontento con la perspectiva tradicional y el espacio
renacentista excesivamente opresor, busca una nueva libertad que
le permita abordar los temas que le interesan: las grandes
ciudades modernas por las que bulle la gente, como hormigas o
como signos chinos que van de forma frenética de un lado a otro.
El parpadeo de las luces de neón, el hormigueo del tráfico y los
peatones, el centelleo de la vida en esta jungla urbana, son
evocados en las redes lineales de composiciones como en obra "Crystallizations",
pintada en 1944.
El mismo lo describe: “Con las escrituras
blancas vi que podía pintar los frenéticos ritmos de la ciudad
moderna, algo a lo que ni siquiera podría aproximarme, con las
técnicas del Renacimiento”
Las escrituras bancas
de Mark Tobey, en palabras de Argan (1992), cruzan: "las
aguas tranquilas de las tradiciones figurativas de extremo
Oriente con las agitas corrientes europeas"
Una selección cronológica de obras de Mark Tobey, puede verse en este
visor. |