En la creación de un grabado interviene el artista plástico que
hace el grabado y el estampador.
El grabador, realiza en primer lugar los bocetos previos que conducen al dibujo
preparatorio. Como el dibujo en la matriz ha de ser invertido, para que en la
estampación vuelva a su posición correcta, se utilizan calcos que trasladan la
imagen ya invertida a la plancha. En la xilografía y en la litografía, al poder
dibujar directamente en la matriz, este proceso es más fácil.
En los procedimientos de grabado directos, se emplean como herramientas de
grabado buriles, puntas secas, ruletas o rascadores, con los que van tallando la
matriz hasta conseguir el dibujo. En los procesos indirectos, primero se recubre
la plancha con un barniz aislante y después se dibuja sobre él, para que el
ácido muerda donde se desee.
Cuando el grabador termina la matriz, el estampador sólo tiene
que trasladar al papel, lo más fielmente posible, lo efectuado en la plancha. Es
un proceso de estampación es lento, artesano en muchos de sus momentos y está
fuertemente condicionado por las técnicas empleadas. La estampación es un
verdadero oficio artesano que requiere técnica y sensibilidad y desde finales
del XIX y a lo largo de nuestro siglo, es frecuente que el grabador confíe a la
estampación muchos recursos que es incapaz de expresar en las planchas.
La estampación calcográfica se realiza en tórculos o prensas dependiendo del
tipo de grabado.